Los tableros de control están diseñados para ser flexibles y adaptables a las necesidades específicas de cada industria y proceso. Esto significa que pueden ser personalizados para controlar diferentes tipos de equipos y sistemas, y para ajustarse a diferentes requisitos de seguridad y eficiencia. Están equipados con dispositivos de medición, tales como sensores de temperatura, presión, flujo, nivel y otros, que permiten recolectar datos y proporcionar información en tiempo real sobre el estado de los equipos y procesos. Esto es esencial para garantizar la eficiencia y seguridad de los mismos. También permiten monitorear el desempeño de los equipos y procesos en tiempo real, lo que permite detectar problemas y fallas de manera temprana y tomar medidas preventivas para evitar interrupciones en la producción y riesgos de seguridad.
Los tableros de control permiten la automatización de procesos, lo que significa que pueden realizar tareas de forma autónoma sin la intervención humana. La automatización puede mejorar la eficiencia y productividad de los procesos industriales al reducir el tiempo de producción y minimizar el riesgo de errores humanos.
En resumen, los tableros de control son importantes porque permiten controlar y monitorear equipos y procesos en tiempo real, recolectar datos y proporcionar información importante para la toma de decisiones, automatizar procesos para mejorar la eficiencia y productividad de la producción. Estos dispositivos son esenciales en la industria para garantizar la seguridad, eficiencia y confiabilidad de los procesos, y para minimizar el riesgo de interrupciones y fallas que puedan afectar la producción y la seguridad de los trabajadores.